“Nikisch está convencido que los aborígenes son culpables por morirse de hambre, porque su cultura va a contramano del Estado que él gobierna, que pone a la gente en función de sus políticas y no a la inversa. La inacción de Nikisch como gobernador lo deja expuesto al incumplimiento de sus deberes de funcionario público... Sino debe dar un paso al costado para que nadie más se muera de hambre en el Chaco”, manifestó el referente de la agrupación Jóvenes del Frente Chaco Merece Más, que responde al presidente Kirchner en el Chaco, José Luis Verón.
Ahora sabemos por qué el gobernador Roy Nikisch nunca habla, porque cuando lo hace, enciende conciencias al dejar a la luz su incapacidad de gestión aliancista para llevar soluciones a los problemas urgentes del Chaco.
Hoy la urgencia es el hambre, que está cobrando numerosas vidas en las comunidades aborígenes del Chaco, y como respuesta este gobernador pronunció oficialmente una chicana política, resumiendo que “está todo orquestado y es una campaña en contra”.
El desatino del gobernador Nikisch demuestra que ha sido inútil en sus casi cuatro años de gobierno para generar las políticas necesarias para las comunidades originarias, así lo reconoció al desentenderse de su obligación de ordenar soluciones urgentes, con el pretexto que son reacios a dejarse atender por el Estado.
De sus dichos se desprende que está convencido que los aborígenes son culpables de morirse de hambre, porque su cultura va a contramano del Estado que él gobierna, poniendo a la gente en función de sus políticas y no a la inversa como debería ocurrir en un correcto sistema democrático: siempre el estado en función de la gente.
Tal vez Nikisch, al igual que el legislador Leandro Zdero, está más preocupado por las dietas para adelgazar del Dr Cormillot antes que por la gente que muere de hambre en el Chaco. La grasa de las capitales generan más votos que los huesos del Impenetrable.
Después de varios meses en que los casos de desnutrición y muerte no dejan de aparecer, ahora también en Sáenz Peña y Resistencia, la inacción de Roy Nikisch como gobernador del Chaco ante semejante crisis lo deja expuesto al incumplimiento de sus deberes de funcionario público.
Antes de salir a censurar a los medios nacionales de prensa, mal acostumbrado a manejar a los medios provinciales con las publicidades oficiales, este gobernador insensible debería en forma urgente administrar que todas las áreas de su gobierno salgan a solucionar esta crisis. Sino debe dar un paso al costado para que nadie más se muera de hambre en el Chaco.
domingo, 26 de agosto de 2007
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